Evalúa que 2013 fue “un mal año para los entrerrianos” pero “un gran año para el gobierno”. Y explica esa contradicción en los problemas que presenta la oposición política en la provincia. “La sociedad no vota en su propia contra, elige de lo que hay y listo”, afirmó.

Para la UCR de Entre Ríos, 2013 fue definitivamente un mal año. Un solo dato vuelve irrefutable esa afirmación: en las elecciones de octubre perdió el lugar de segunda fuerza electoral y cayó al tercer puesto (detrás de Unión por Entre Ríos, la alianza entre el PRO de Alfredo de Ángeli y el peronismo opositor de Jorge Busti) y, como consecuencia de ese retroceso, por primera vez desde 1983 no tendrá el radicalismo entrerriano un representante en el Senado de la Nación. 

A pedido de EL DIARIO, el presidente del Comité Provincial de la UCR, Jorge D’Agostino, hizo su propio balance sobre el año político y reflexionó, desde su lugar opositor, sobre el voto popular. 

“En Entre Ríos, la sociedad pudo elegir entre cinco listas y le dio un respaldo extraordinario al gobernador que sumó 46,6%. El apoyo recibido fue notable, teniendo en cuenta objetivamente el 25% de inflación anual, caos social, acuartelamientos policiales, deterioro del salario, aumento de la pobreza y de la inseguridad, por la profunda desigualdad que generó el modelo. Sin embargo, el votante eligió al gobierno, aún con todo este bagaje de pérdidas”, observó D’Agostino. 

El único diputado que en esta elección pudo llevar la UCR de Entre Ríos al Congreso de la Nación, se preguntó también por qué el voto favoreció al oficialismo si “duele el bolsillo en cada compra, los delitos han aumentado, la educación ha empeorado y la salud no puede ser peor atendida, el narcotráfico se ha apoderado de los barrios en las ciudades entrerrianas”; por qué “la sociedad sigue eligiendo a aquellos que gobiernan desde hace 10 años y que han debilitado a las instituciones y deteriorado la calidad de vida entrerriana”. 

“¿Son mejores sus candidatos? De hecho no, porque los escondieron en la campaña para mostrar sólo al gobernador, que es el jefe absoluto y responsable total de lo que ocurre. De manera que el problema parece que está en otro lado. Yo no creo que los electores se confundan, ni estén comprados, ni se equivoquen, eso sería de una actitud de soberbia que no es propia de mi pensamiento. La sociedad no vota en su propia contra, sino que cada uno de los votantes, elige de lo que hay y listo”, sostuvo. 

CONCERTACIÓN
“En las preferencias, si dividimos en oficialismo (46,6%) y oposición (53,4%), la oposición gana. Ahora bien, una cosa es la representación del 46,6 % en dos o tres listas y otra muy distinta es sobre cinco listas compitiendo. Este cálculo le sirve al gobierno para analizar cuánto de la población está descontenta y corregir. A la oposición le sirve para entender definitivamente que el bipartidismo en Entre Ríos como sistema ha desaparecido”, evaluó. 

“Para los opositores que piensan más o menos parecido, el único camino es la concertación. Para la Unión Cívica Radical, un partido que hace un siglo disputa elecciones con el objeto de ganarlas y gobernar, este año ha sido bueno en lo nacional y malo en lo provincial. En el país la UCR ha recuperado hasta llegar a 5 millones de votos, en alianza o como lista 3, y eso nos reposiciona como la segunda fuerza del país”, cotejó. 

D’Agostino, que tiene mandato como presidente de la UCR hasta noviembre de 2014, consideró que en Entre Ríos “el campo opositor debe rever sus conductas”. 

En el caso de la UCR, afirmó: “Deberá pensar y analizar lo sucedido asumiendo las responsabilidades que le cabe a cada uno. Pienso que a las veleidades de personajes famosos, a la terquedad de líderes de partidos minoritarios y a la incapacidad general de pensar la política entrerriana en términos estratégicos y de largo plazo, en el plano interno de la UCR se le suma un puñado de dirigentes que desde hace 10 años esperan escondidos que un correligionario levante cabeza, para bajársela a cascotazos, y así, es poco probable que haya buenos resultados”, cuestionó. 

“Cuando todos son responsables, nadie es responsable y en esa línea de pensamiento, ha trabajado de manera perversa el gobierno, echando la culpa a diestra y siniestra y cegándose sus propios ojos frente a la inflación, la pobreza, la falta de rentabilidad en el trabajo y el crecimiento exponencial de la droga y la inseguridad, para tener como mejor arma, el aumento sistemático de los impuestos, que recae claro, en los que trabajan”, criticó. 

Lamentó que “sólo unos pocos ganan en este juego, y nunca son los más débiles sino los poderosos que mantienen el control para seguir siéndolo. Ha sido un mal año para los entrerrianos, y un gran año para el gobierno”.

FUENTE:
ELDIARIO.COM.AR