El Comité Nacional de la Unión Cívica Radical celebra los 30 años de democracia ininterrumpida. Un período tan extenso de gobiernos democráticos no se había dado en la Argentina desde la sanción de la ley Sáenz Peña, que consagró en 1912 el voto secreto, universal y obligatorio. 

La democracia es una conquista laboriosa de toda la sociedad, que ya no está dispuesta a dirimir sus conflictos por vías ajenas a las previstas en la Constitución Nacional. La amenaza de gobiernos de facto, que pendió como una espada de Damocles por más de seis décadas sobre nuestras instituciones, ha sido desterrada para siempre. 

Los argentinos recordamos especialmente en esta jornada al doctor Raúl Alfonsín, no sólo porque fue el primer Presidente de la democracia, sino porque fue un ejemplo de líder republicano, respetuoso de la división de poderes, abierto al diálogo y honesto a carta cabal. 

A treinta años de aquel comienzo lleno de entusiasmo cívico, es necesario destacar, también, que la calidad institucional ha retrocedido en forma notable en la última década. La concentración de atribuciones en el Poder Ejecutivo, a expensas de las facultades del Congreso Nacional; los intentos de subordinar la justicia al poder político; las indebidas presiones contra los medios de comunicación independientes; la abrumadora corrupción; la falta de transparencia; la asfixia del federalismo, entre otros factores, nos han sumido en un empobrecedor populismo que conspira contra el futuro de los argentinos.

Ese deterioro institucional va de la mano de un extraordinario aumento de la pobreza y la marginalidad, absolutamente injustificable luego de diez años en los que la Argentina se vio beneficiada por condiciones externas tan favorables como no había tenido en un siglo. La inseguridad ciudadana y la peligrosa expansión del narcotráfico son otros de los legados del populismo irresponsable. Las políticas de corto plazo han dejado, además, una infraestructura obsoleta, servicios públicos pésimos y una constante erosión de la calidad educativa, que es una hipoteca para las futuras generaciones. 

Por último, los sucesos que estamos viviendo en estos días aconsejan suspender los festejos programados para hoy por el gobierno nacional. Cuando hay muertos, saqueos y violencia en vastos sectores del territorio argentino, no son momentos para shows, sino para trabajar enérgicamente a fin de superar ese trance y reparar los daños.

El mejor modo de celebrar la democracia es ofrecerles a los argentinos una alternativa de progreso y de bienestar, "para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino". 


Lilia Puig de Stubrin Presidente Convención Nacional
Mario Barletta Presidente Comité Nacional
Mario Negri Presidente Bloque de Diputados Nacionales
Gerardo Morales Presidente Bloque de Senadores Nacionales

FUENTE:
UCR.ORG.AR