El líder radical y candidato del Frente Progresista espera que, luego de las PASO, se profundice el debate. Aseguró que todo el justicialismo -k y no k- se realineará tras el espacio que lidera Sergio Massa. Confió que el Frente que integra la UCR, desplazará al FPV del primer lugar a nivel nacional.

DIARIO INÉDITO: ¿Qué conclusiones saca de las elecciones del 11 de agosto?

RICARDO ALFONSÍN: Me parece que vale la pena señalar un aspecto de la campaña que no ha sido suficientemente destacado. Me refiero a que no hubo una reflexión acerca de lo que representaba cada una de las fuerzas políticas, al menos las de la oposición. Entre otras cosas, esto ocurrió porque, para muchos electores, la principal preocupación era ganarle al oficialismo. En función de esto, una gran cantidad de ciudadanos decidieron su voto. En consecuencia, las ideas, los antecedentes de los candidatos y las propuestas pasaron a un segundo plano.

D.I.: Entonces, teniendo en cuenta que la derrota del oficialismo en la provincia de Buenos Aires parece irreversible: ¿se podría esperar más debate de ideas en este tramo de la campaña?
R.A.: Espero que haya una disposición mayor. El oficialismo ya perdió. Eso es irreversible. Es probable que ahora la ciudadanía pondere otras cuestiones. Por ejemplo, qué representan desde el punto de vista ideológico cada una de las fuerzas que compiten, cuáles son sus posiciones respecto de cuestiones que pueden encararse desde el parlamento, cuales son sus credenciales republicanas.

D.I..: Perdón, usted habla de las “credenciales republicanas”. ¿Cree que esto es relevante para la sociedad?
R.A.: Estoy seguro de que cada vez más personas comprenden la relación que existe no sólo entre honestidad y República, entre convivencia civilizada y república, sino también entre República e inversiones, entre República y progreso económico y social.

D.I.: Tengo la impresión de que usted piensa que el Frente Progresista tiene más credenciales republicanas que el oficialismo y que otras fuerzas de la oposición ¿Me equivoco?
R.A. Nadie puede dudar de que nosotros tenemos un compromiso genuino con la República y sus instituciones. No sé si todos los partidos de la oposición pueden decir lo mismo. Las conductas y comportamientos anti republicanos del oficialismo no son algo nuevo. Comenzaron hace tiempo. Sin embargo, muchos, hasta ahora, habían consentido y defendido prácticas que importaban una severa degradación republicana. En fin, no digo que no hayan podido cambiar. Ojala así sea; espero que no se trate sólo de un acomodamiento discursivo al actual clima político.

D.I.: Muchos tiene la impresión de que entre las fuerzas de la oposición son más las coincidencias que las diferencias.
R.A.: Es cierto que hay cuestiones muy importantes en las que todos hacemos hincapié. Todos sostenemos la necesidad de detener la inflación, de combatir la droga, la inseguridad. Todos coincidimos en la necesidad de proteger a los jubilados y mejorar la calidad de la educación, pero no siempre coincidimos en las propuestas. Hay cuestiones muy importantes sobre las que seguramente no tenemos coincidencias. Y de ellas no se habla o lo hacen sólo tangencialmente.

D.I.:¿Por ejemplo?
R.A.: La Ley de Accidentes de Trabajo sancionada en 2012 es muy perjudicial para los trabajadores. Ni Menem había llegado tan lejos. Afecta a millones de personas, hay que modificarla, pero no sabemos qué piensan los otros partidos de la oposición. Lo mismo podemos decir de la ley del blanqueo. Es muy peligrosa porque, si bien no permite blanquear dinero de la corrupción o de las drogas, las exigencias son tan pocas que puede pasar cualquier cosa. Hay que derogarla. Otro tema es el juego, que ha proliferado de manera bochornosa en nuestro país. Hay que establecer nuevo marco regulatorio y fiscal para desincentivarlo.

D.I.: ¿Cree que de esos temas no se habla?
R.A.: No logro que estos temas formen parte de la agenda del resto de la oposición y se hable de estas cosas. Otro ejemplo es que nadie plantea si el modelo de organización sindical argentino puede ser más plural, más democrático, más transparente o más representativo. Nosotros creemos que sí. Pero no todos coinciden en esto. El oficialismo y otros en la oposición, el Frente Renovador por ejemplo, defienden el modelo vigente. Estas no son sino son algunas de las cuestiones importantes sobre las que la sociedad no tiene mucha información.

D.I.:¿Sigue creyendo que el Frente Renovador y el FpV finalmente se unirán?
R.A.: Es lo más probable. Todos son justicialistas. ¿A qué partidos están afiliados Scioli, Giustozzi, Massa, Insaurralde, Cristina? Al justicialismo. Se van a reunir, y me parece bien, ya que hay que recomponer el sistema de partidos. Sería mucho más saludable para el país que los justicialistas diriman sus internas dentro de su partido y no la trasladen al país en su conjunto.

D.I.: Es cierto que todos están en el Justicialismo, ¿pero usted cree que FpV y el Frente renovador expresan lo mismo?
R.A.: No. Pero ocurre que en el Justicialismo conviven pensamientos contradictorios. No se trata exactamente de lo que conocemos con el nombre de líneas internas. Las corrientes de pensamiento en el Justicialismo son más bien como trajes que están en el placard esperando el cambio de estación. En invierno todos se visten de invierno, en el verano todos de verano. Por eso los oficialistas que hoy visten el traje de centro izquierda, en los noventa lucían con gusto el traje de centro derecha. No sería extraño que para el 2015, con el nombre de Frente Renovador, el justicialismo vuelva a los vestuarios de los noventa.

D.I.: ¿Y el Frente Progresista que será?
R.A.: La centro izquierda. Pero además, seremos una fuerza que afirma valores republicanos y democráticos fundamentales. Sin renunciar a las convicciones, apostamos al diálogo como recurso para procesar la contradicción de intereses. El diálogo es un valor republicano.

D.I.: Algunos dicen que el Frente Progresista, más allá de lo republicano, tiene más afinidades con el FpV que con el Frente Renovador.
R.A.: Eso es una simplificación. Algunos dicen que coincidimos con esta versión frentevictorista del justicialismo porque reivindicamos para la política responsabilidades que los neoliberales o noventistas le asignan sólo al mercado. En todo caso, allí se acaban las coincidencias. En pocas palabras: no se trata sólo de reconocerle al Estado el derecho a involucrarse en aspectos esenciales del ordenamiento social, sino que además debe hacerlo de manera eficiente, inteligente, transparente, honesta, sin prepotencia, en el marco del estado de derecho y en nombre del interés general. En todos estos “además”, nos diferenciamos fuertemente del oficialismo.

D.I.:¿Cree que los cambios que se han registrado en el oficialismo después de la elección son producto de la convicción o de especulaciones electorales?
R.A.: Creo que son producto de especulaciones electorales. De todas maneras bienvenidos sean. Pero no van a modificar el mayoritario deseo de cambio que existe en la sociedad.

D.I.: Por lo que advierto, usted cree que el Frente Progresista mejorará los resultados del 11 de agosto.
R.A.: Para eso estamos trabajando. Recorremos todas las ciudades y pueblos de la provincia hablando con la mayor cantidad de gente posible, procurando hacer conocer nuestras propuestas y nuestra visión de la cosas. Según la información que tenemos, ya hemos registrado mejorías importantes y todavía faltan más de 40 días. Si las cosas son como pienso, el FpV no solo será desplazado del primer lugar en la provincia de Buenos Aires, sino en el país.

D.I.:¿Porque dice eso?
R.A.: El FpV perdió en varias provincias. Entre otras, en la de Buenos Aires. Pero a nivel nacional aún esta primero, a tres puntos porcentuales de las fuerzas que integran el Frente Progresista. Si mejoramos en la provincia de Buenos Aires, podemos desplazarlos al segundo lugar también a nivel nacional. Por eso vamos, por un triunfo de las fuerzas del Frente en el país.

FUENTE:
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