Resulta que ahora hay tantas corrientes internas en el partido gobernante, que, seguramente, ni ellos sabrán bien a qué grupo pertenece cada uno de los participantes. Hay los que se alzaron contra la presidenta, los camporistas que se desbocaron y dijeron exabruptos contra los que ellos quisieron, motivo por el que, desde el bloque de sus diputados, tuvieron que pedir disculpas a los damnificados. 

También están los que andan indecisos por no saber todavía cuál es el costado que les conviene, pues, como no tienen ideología definida, tan presto pueden "agarrar" para el lado de los tomates, como para el lado de los perejiles (donde abundan). A todos les resulta difícil elegir el camino a seguir, porque, entre las razones (o sinrazones) que evalúan, la principal es poder quedar adentro de la fiambrera, y no mirándola desde su exterior.

Está el intendente que se fugó y formó rancho aparte. A este, prefiero no nombrarlo, porque no quiero caer en la liviandad que otros han pisado, como si fuese una hazaña muy ponderable la que hizo. 

Demos por seguro de que nadie ha olvidado el triste y arruinador papel que en política, desempeñó aquel ministro de economía, que acuñó la frase de: " HAY QUE PASAR EL INVIERNO", o la otra que afirmaba que "HABÍA QUE AJUSTARSE EL CINTURÓN". Bueno, de ese cuño es, o procede el novel líder de una fracción, que después se amamantó en el kirchnerismo, donde permaneció estático aun viendo las atrocidades y las corrupciones que allí se cometían y se cometen en la actualidad. 

Nada de lo irracional que hizo Nestor Kirchner y luego su esposa Cristina, lo llevó a reaccionar antes. Esperó el momento más oportuno para dar el portazo, y así fue que, antes de las PASO, alzó vuelo buscando destino propio y constituyó su prupo político, donde - según sus expresiones - no ha abandonado al peronismo. 

Entonces, el pueblo, azorado y confundido se pregunta, ¿cuántos peronismos hay en la escena política argentina?, pregunta que ese mismo pueblo se responde, también en forma de interrogación: ¿No será suficiente con que exista aquel que fundó el general Perón?

Yo, también con asombro, me hago otras preguntas: ¿Qué puede esperar el pueblo argentino de un dirigente salido de los genes del ucedeísmo, que no sean ajustes, entrega al capitalismo salvaje y un neoliberalismo a ultranza? ¿Qué se puede esperar de los discípulos de quien hacía las afirmaciones que señalábamos más arriba, es decir: "hay que pasar el invierno",o "hay que ajustarse el cinturón"?

Empero, a un dirigente de esa factura, el pueblo de la provincia de Buenos Aires, lo votó en las recientes elecciones llamadas PASO. ¿Será que lo vieron como a un mesías, que se animó a separarse de quienes tanto han enturbiado las aguas en nuestro malogrado país, y que vendría a reivindicar a los castigados por una aparente y mentirosa ideología progresista? 

¡Vaya uno a saberlo! Lo cierto es que el BODRIO continúa sin ninguna fisura (¿o con muchas?). Hay muy pocos signos de que el enredo gubernamental, los ataques a la democracia, los farsantes y bribones cambien en tiempo más o menos breve. La presidenta, mientras tanto viaja por el mundo; tan presto se va al Congo, como a la Isla Seychelles y, como a todo lo hace en el mayor secreto, y no se puede hablar con élla, nadie, solamente LANATA, llega a saber qué hace y cuánto tiempo estuvo en cada uno de esos misteriosos lugares.

FUENTE:
HERMINIO ENRIQUE LUDI