Las acreditaciones para el cónclave, que tendrá lugar el sábado en el Salón “Los Cardales” (Vélez Sarsfield 190-Concordia), comenzarán a las 9, confirmó Arralde, quien exhortó a todos los congresales a que “hagan todos los esfuerzos necesarios para estar presentes, ya que es una acontecimiento sumamente importante para el partido”.

Los 374 congresales deberán definir la política de alianzas de la UCR: esto es, autorizar o no al partido a realizar un frente con otras fuerzas políticas. “Este será el tema central” del congreso, señaló Arralde.

Otro de los temas importantes será considerar el proyecto que propone una amnistía para aquellos dirigentes que fueron sancionados por haber participado electoralmente en otros partidos. También formarán parte del cónclave las cuestiones formales que tienen que ver con la lectura y consideración del acta de la sesión anterior y los históricos análisis de la política provincial y nacional.

Pero sin lugar a dudas el punto más álgido será el vinculado a la realización o no de una alianza de cara a las elecciones legislativas.

Teniendo en cuenta que unos días después del cónclave, el 12 de junio, vence el plazo para la presentación de alianzas a la Justicia Electoral, crece la trascendencia de lo que se defina en la capital del citrus. Las opciones son dos: o se avala la posibilidad de que el radicalismo avance en conversaciones y busque cerrar un frente con otras fuerzas políticas, o se determina que se presente a las elecciones como UCR, sin confluir con otros partidos.

En tal sentido, Arralde recordó que tiempo atrás las principales líneas internas del partido confeccionaron una “agenda legislativa programática” con una serie de ítems básicos sobre los cuales se debería basar el eventual frente que se construya.

“El compromiso contra la pobreza y la exclusión social, el diseño de estrategias para luchar contra la inflación, el rechazo a cualquier intento de reforma constitucional con reelección, la defensa de la autonomía provincial y la restauración del federalismo con una ley de coparticipación federal de impuestos, el establecimiento de una ley de pauta oficial de publicidad que impida el uso discrecional de la distribución de fondos públicos entre los medios de comunicación, la creación de un seguro nacional de salud, establecer un plan de seguridad, enfatizar la lucha contra el fracking, garantizar y fortalecer la calidad de la educación pública, son algunos de los puntos centrales de esta plataforma”, señaló.

“Son líneas generales que después se deberían traducir en proyectos, y sobre éstas debe girar todo eventual acuerdo electoral”, dijo.

A días del congreso, la convocatoria formal que la UCR realizó a otras fuerzas no ha tenido los frutos esperables. El GEN contestó que no le interesa avanzar en un acuerdo con la UCR porque quiere fortalecer el FAP, el socialismo ha dicho a través de los medios que tampoco ve viable una alianza de este tipo, mientras que el diálogo con la Agrupación Pancho Ramírez que propone la candidatura a senador de Alfredo De Ángeli es el único que todavía sigue en pie.

Si bien la reunión UCR-De Ángeli se iba a realizar a principios de esta semana, se postergó por cuestiones de agenda y probablemente se realice este jueves o viernes.

En este escenario, el sábado los radicales deberán definir el destino del partido de cara a los comicios legislativos: “El sábado es una fecha central”, aseveró Juan Carlos Arralde.

“Las alternativas son dos: o se aprueba una alianza, o no la aprueba y vamos solos, como tantas otras veces”, señaló el dirigente.

En el caso de que se de luz verde a la conformación de un frente con otra u otras fuerzas políticas, el congreso deberá dar “un mandato claro que determine sobre qué base se debería hacer el eventual acuerdo”.

Cuando se aprueba la realización de una alianza, “históricamente el congreso ha delegado la ejecución del mandato en la mesa chica del Comité Provincial, que es el órgano ejecutivo del partido, pero no sé qué sucederá el sábado. La última palabra la tiene el congreso”, apuntó Juan Carlos Arralde.

Cabe recordar que el presidente del Comité Provincial de la UCR, Jorge D’Agostino, días atrás destacó que sería saludable” que la determinación sea colectiva y que no se le delegue la facultad de definir a las autoridades partidarias.

“No quiero que deleguen facultades en la presidencia del partido, ya que hay 374 congresales y creo que una alternativa sería que se armen comisiones entre todos para tomar una decisión”, había expresado D’Agostino en declaraciones a esta Agencia.

Si bien reconoció que históricamente el congreso delegó en un grupo minúsculo la definición sobre la política de alianzas, advirtió: “Yo no voy a aceptar delegaciones de ninguna naturaleza”, e insistió sobre la inconveniencia de que “todo quede en manos de dos o tres personas del Comité provincial”.

FUENTE:
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